La propuesta del Ministerio de Hacienda implica aumentar el umbral mínimo para aplicar retenciones en el IRPF. Esto sigue la línea del año pasado, cuando el Gobierno elevó este umbral de 14.000 a 15.000 euros. Ahora, se amplía aún más hasta los 15.876 euros, equiparando este importe al salario mínimo interprofesional (SMI) anual de 2024.
Esta medida afecta a un grupo más amplio de personas y, dada la naturaleza progresiva del impuesto, alcanza a ingresos de hasta 22.000 euros. Por lo tanto, la reducción de las retenciones en el IRPF beneficia a 5,2 millones de contribuyentes, especialmente a trabajadores asalariados y pensionistas con ingresos bajos y medios, quienes verán un ahorro de 1.385 millones de euros.
Con esto, el Gobierno mantiene una política fiscal progresiva que busca aliviar la carga tributaria de aquellos con menores ingresos, mientras solicita un mayor esfuerzo a los grandes patrimonios y a las empresas multinacionales.
La reducción de las retenciones en el IRPF también beneficia a una amplia gama de trabajadores, más allá de aquellos que reciben el SMI. Incluso la mayoría de los pensionistas se ven favorecidos. Para ilustrar mejor el alcance de esta medida, se presentan varios ejemplos:
- Una persona que gane el SMI no tendrá retenciones en el IRPF este año, lo que representa un ahorro significativo en comparación con el modelo fiscal anterior.
- Un trabajador asalariado con un salario cercano al más frecuente verá una reducción significativa en las retenciones de IRPF.
- Una trabajadora casada con dos hijos y un salario modesto experimentará un descenso considerable en las retenciones de IRPF.
- Un pensionista con una pensión modesta verá una drástica reducción en las retenciones de IRPF desde 2018.
Esta medida se alinea con la estrategia del Gobierno de buscar la justicia fiscal como vehículo para lograr la justicia social. Se han implementado diversas medidas para aliviar la carga tributaria de los grupos más vulnerables, así como de las clases medias y trabajadoras, junto con las pymes y los autónomos.
Además, se han tomado medidas para asegurar que aquellos con mayores ingresos contribuyan proporcionalmente más. Esto incluye aumentos en el IRPF para rentas de capital elevadas, la creación de impuestos adicionales y la reducción de impuestos para las grandes empresas.
Estas medidas, junto con otras políticas de protección social y reformas estructurales, han contribuido a mantener el dinamismo económico, fortalecer el Estado del Bienestar y reducir el déficit y la deuda pública, todo mientras se lograba un crecimiento económico sólido que superó las expectativas.
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