Así es el verano de los jefazos de los bufetes de abogados
Agosto es sinónimo de vacaciones. De descanso, de arena de playa entre los dedos de los pies, de tostarse al sol, de aceitunita en el Martini… En definitiva, de disfrutar de los menesteres estivales. El objetivo es tan claro como inalcanzable para algunos: la ansiada desconexión. Los socios directores de los bufetes de la abogacía de élite, como muchos españoles, aprovechan también el octavo mes del año, cuando las aguas de las grandes operaciones legales y los pleitos permanecen calmadas, para intentar descansar. Pero la realidad es que muchos no lo consiguen: según un reciente informe de la plataforma InfoJobs, tres de cada cuatro directivos (el 74% de los encuestados) admite que la famosa desconexión digital es una quimera cuando la responsabilidad es tan grande.
En este contexto, la pregunta que surge es: ¿Cómo es el verano de un socio director de un gran bufete de los negocios? O más al detalle, ¿es posible apagar el móvil y bajar la pantalla cuando sobre tus hombros descansa la responsabilidad de pleitos multimillonarios, o resolver las dudas legales de acaudalados clientes y multinacionales? A lo que hay que sumar la presión de gestionar los centenares de puestos de trabajo que engloba un gran bufete. Todo sin olvidar que el aparatoso septiembre está a la vuelta de la esquina.
La respuesta es simple: estos jefes no desconectan. Al menos no del todo. Preguntados por CincoDías, los socios directores –dos hombres y dos mujeres– de cuatro grandes despachos de la abogacía de los negocios en España se atreven a salir del corsé y hablar de un tema que no suele estar en su agenda: el descanso.
Los jefazos en estos días, más que descansar, activan una suerte de modo centinela. Sí, escapan y pasan tiempo con la familia, pero con un ojo siempre en el teléfono y en el ordenador. “No, no puedes hacer un apagón total”, reconoce María González Gordon. “No es realista pensar en una desconexión total”, coincide Jesús Zapata.
Meter el ordenador en la maleta de las vacaciones no es un drama para estos directivos de espaldas anchas si de lidiar con el estrés es de lo que se habla. Pero es cierto que no relajarse cuando toca puede pasar factura. “Los emails, las llamadas o las videollamadas siguen siendo conexión, y prepararse antes de las vacaciones para reducirlas es muy importante”, apunta Marisa Méndez, psicoterapeuta especializada en bienestar emocional, con experiencia en perfiles de alta dirección de la abogacía de los negocios.
Ello puede derivar en “estrés crónico, agotamiento y un deterioro general de la salud mental y física, afectando tanto al bienestar personal como al rendimiento profesional”, advierte. Pero conectar de vez en cuando no es un pecado mortal. Lo importante, asegura la experta, es “delegar eficazmente” y “equilibrar la demanda de responder a clientes y al equipo con la necesidad de desconectar”.
Así organizan el verano cuatro socios directores de la abogacía de élite.
“Permanecer al frente de un grupo internacional supone, en muchas ocasiones, adaptarme a un horario y formas de trabajo que no son las habituales en España”. Son las palabras de Juan Bermúdez Clavería, CEO de ETL Global en España. Bermúdez comparte su plan para agosto: disfrutar de sus vacaciones viajando a Chequia con su familia, su destino de confianza. En los ratos libres le dedicará tiempo a una de sus grandes pasiones: el ciclismo. Sin embargo, reconoce que desconectar del trabajo cuando dan servicio a empresarios y empresas de tan alto nivel es complejo. Pero no imposible. “Hay algún que otro correo que sigo contestando, pero puedo compatibilizar perfectamente mis obligaciones con las vacaciones”.
Para Bermúdez, la clave para despejar la mente es entrar en contacto con la madre naturaleza. “El simple hecho de estar en un entorno diferente al habitual, con actividades y compañía distintas, ayuda muchísimo a relajarme”. En definitiva, ser CEO y descansar en agosto no es una quimera.
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